Una de las obras que marcó
mi vida fue “Verónika decide morir” del escritor Paulo Coelho, una obra que nos
enseña que la vida tiene un propósito y
una meta, y depende de cada uno de nosotros descubrirla. De aquella obra les
hablaré en estas breves líneas.
Verónika es una joven que lo
tenía todo. Ese “todo” implica dinero, familia, una buena educación, visita a
los lugares de moda, salir con chicos atractivos. Ella es querida por su
familia; más no es feliz. Algo falta en su vida. Dentro de ella, en alguna parte
de su pequeño mundo, había algo que estaba incompleto, sentía que la vida no
tenía sentido, se dio cuenta que su vida era monótona; por eso una mañana
triste y fría del 11 de noviembre de 1997 decide quitarse la vida.
Pero para sorpresa de muchos
fracasa en su intento de suicidio y tras pasar dos semanas en terapia
intensiva, su familia con un gran dolor decide internarla en un hospital
psiquiátrico. En este centro el psiquiatra le comunica que debido a su fatal
intento de muerte, Verónika quedó con problemas cardiacos y también les
comunica que le quedan pocos días de vida. Es entonces cuando ella empieza a
valorar cada segundo de su vida, aprende nuevas cosas, conoce amigos, hasta sin
pensarlo ni imaginarlo se termina enamorando.
Verónika descubre sentimientos
que jamás había experimentado como el
amor, el odio, la alegría, la tristeza y empieza a valorar cada segundo
que le queda de existencia, pero siempre
que estaba con él temían que muy pronto se le acercaba el momento en que tenía
que partir y lo que le dolía mas era que no sabía la hora ni la fecha, pero
siempre trataba de vivir como si fuera
su último día de vida disfrutando de la compañía de esos maravillosos “seres
celestiales” como ella los llamaba a los que conoció en el hospital psiquiátrico.
Pasó el tiempo pero nunca
llegaba el día en que tenía que partir, pasaron días, semanas, meses, años y
nunca llegó el temido día; pero ella siguió valorando la vida y vivió como si
fuera el último día de su vida. Nunca llegó su muerte pero a ella no le
preocupaba por que sabía que iba llegar en cualquier momento. Ella siempre
decía “para morir hay que vivir lo suficiente”.
El sentido de vivir esta
dentro de ti. Pregúntate a ti mismo porqué estás aquí en este camino llamado
vida. Pregúntate por qué tú aun no has muerto. Pregúntate si hay algo preparado
para ti y por esa razón aprovecha cada instante que vives, sonríe y sé feliz.
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