domingo, 25 de septiembre de 2016

Las aventuras de Juan Osito. El invencible. Parte 2: Origen del personaje (I)

Siguiendo con la mítica leyenda de  Juan Osito, como comentamos en el post anterior, ahora vamos hablar de su origen y es que no es para más imaginarse o hablar como este personaje obtuvo tales cualidades, aunque ya sospecharan de donde, pero bueno no lo retrasemos más, esta es la historia del origen de Juan Osito, “el invencible”:

Doña Remigia, joven aún, hospitalaria y amable con los extraños, vivía feliz cuidando su rebaño. Todos los días muy de madrugada se alistaba para realizar su rutina. Su canchita y sal era el fiambre que debía llevar para mitigar su hambre de mediodía. Durante las épocas en que el choclo ya estaba a punto, prefería soasar un par de ellos parándolos en una de las piedras de su fogón, para que el calor del fuego pueda ir tostando los granos frescos. Aquel día también tenía que ir al Toche a pastar sus pocas ovejas a las que cuidaba con intenso cariño, porque eran su único sustento. Era ya como las 7 de la madrugada. Abrió la tranca de la entrada de su casa. –Vamos mis ovejitas, el día está muy bonito-dijo la paisana mientras entonaba su cántico de siempre:

                                                     "Cayapuncha namirimi,                                                                                                        cóndor shuca shayanata
                                                       muro quishque washishigo                                                                                                  atunshashca vincudillo"

Cantaba y cantaba hasta llegar al río, mientras sus hábiles manos hilaban el copo de lana que proveía su rebaño. Ya en la pradera del Toche dejaba su hato en el mejor pasto y ella lo vigilaba sentada en una de las piedras semicirculares, al borde del río. De pronto, cuando nada hacía presagiar que ese día afrontaría un fatal destino, llegó por detrás de ella un fornido oso negro y la tomó por la cintura y se aprestó a cargarla. La mujer, pese a sus esfuerzos por desprenderse del enorme animal, nada pudo hacer, y fue llevada en brazos de la bestia hasta su guarida, en el cerro de Yana Caca, y el sabihondo animal para impedir su fuga tapó la entrada con una piedra muy grande y pesada.

Transcurrieron 14 años, tiempo en el cual llegaron a engendrar un hijo-híbrido, al que pusieron por nombre “Juan Osito”. El recién nacido tenía la cabeza muy grande y una quijada un tanto alargada. Sus pies con cinco dedos, planos y estirados. Su piel era tosca, y pese a su fealdad sus características de humano predominaban. El niño crecía sano y fuerte; su padre el señor oso le adiestraba en las labores de campo; cómo defenderse de la agresión de otras bestias; cómo vencer obstáculos difíciles…le preparó en todo. Por su parte la madre, con sensibilidad maternal, le enseñaba otras cosas propias de su naturaleza: los colores de las flores, el canto de las aves, el grito de los animales, a distinguir la luz del día y del crepúsculo; de dónde procedía ella y cómo fue raptada por su padre oso, pero que le era imposible escaparse por cuanto la entrada estaba sellada con una enorme roca que solo podía mover la bestia. 

…continuara…
                                                                                                                             

2 comentarios:

  1. Juan Osito....mmm...recuerdo haber leido este emocionante relato.
    Gracias porque de alguna forma este blog a revivido esta historia.
    Saludos desde Colombia :)

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  2. Una gran aventura juan osito una gran leyenda :) muy interesante saludos desder chile :)

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