domingo, 21 de agosto de 2016

"Los ojos del perro siberiano" por Hardy Geoffrey Manco Pérez

Una de mis obras favorita es “Los ojos del perro siberiano”, esta interesante y melancólica obra fue escrita por el autor argentino Antonio Santa Ana y es la de que las comentare a continuación.

La obra trata de un joven, del que curiosamente nunca se sabe su nombre, que antes de viajar de San Isidro, su hogar, a su universidad en Estados Unidos, nos cuenta como enfrento los problemas familiares que vivió desde que tiene 5 años, cuando su hermano mayor, Ezequiel, se va de su casa con 18 años tras una fuerte discusión con sus padres, los mismos que nunca quisieron hablar de ese tema. Hasta que en la curiosidad de  su niñez, un día decide ir a buscar a su hermano para pedirle explicaciones, entonces este le dice algo que cambiaría totalmente su vida: “Tengo SIDA”. En los últimos meses de vida de Ezequiel, mientras sus padres niegan la enfermedad de este, y las relaciones se tensan con el resto de su familia, conocidos y amigos (entre este Mariano, su mejor “amigo”, el que de repente se aleja cuando le cuenta que su hermano tiene SIDA) entre ambos hermanos se produce una profunda y sincera relación, la que nunca tuvieron, aun cuando Ezequiel estuvo en casa, entonces este le pide que se haga cargo de Sacha, su perro de raza siberiano, al que salvo cuando estaban por sacrificarlo, aquel con el que aliviaba sus frustraciones y depresión por su enfermedad.

A mi parecer esta obra tiene mensajes como:

-Aprecia a quien tienes a tu lado, dile cuanto lo quieres y demuéstralo porque después ni con todo el llanto del mundo podrás recuperarlo.

-Puedes lograr muchas cosas cuando tienes alguien al que le importes, y claro, siempre hay “alguien”.

-No hay que ver a los que tienen esta enfermedad como alguien de quien asustarse o en caso de la familia de Ezequiel avergonzarse (porque en un fragmento de la obra el joven nos cuenta como descubre que su papá engaña a sus amigos diciendo que su hijo tiene leucemia en vez de SIDA; él dijo estas palabras y las cito: “Como si fuera más digno morirse de Leucemia que de SIDA. Como si fuera indigno ser sidoso. Como si en la muerte hubiera alguna dignidad”), a cualquiera puede pasarle, pero no por eso dejan de ser personas.

En fin hay muchos más mensajes, pero los que realmente me hicieron autoevaluarme, fijarme en la triste actualidad y profundizar un poco más para entenderlos fueron: La estupidez del miedo de la gente a lo diferente y  la pureza en la mirada de un perro.

Digo la “estupidez” porque es algo ilógico que le tengas miedo a algo o alguien sin haberlo conocido antes, peor aún si los excluyes y marginas, como dijo Ezequiel: “La gente no entiende nunca al que es diferente. En una época los metían en manicomios, en otras en campos de concentración...”

En la mirada de un perro se encuentra la pureza porque en sus ojos te vez tal cual cómo eres, si estas enfermo o no, si eres rico o pobre, si estas triste o feliz, si estás bien o mal, y aunque sea la cruda realidad los únicos ojos que te verán igual todo los días serán los de un perro. 

Bueno y eso es lo que les puedo comentar acerca de esta obra. Si te interesa leerla y/o descargarla en pdf, que te lo recomiendo, puedes hacerlo desde este link.