sábado, 24 de septiembre de 2016

Las aventuras de Juan Osito. El invencible. Parte 1: Introducción al personaje

En el pueblo de la Jalca Grande, provincia de Chachapoyas, región de Amazonas, existe una gran leyenda sobre la existencia de un ser mitológico híbrido entre humano y oso, originario de esa zona que gracias  a su capacidad, astucia y  fuerza logro realizar proezas sumamente increíbles, además consiguió también la admiración de todo un pueblo y porque no decirlo de todas las personas que supieron o saben acerca de él. 

Sus aventuras fantásticas, que por cierto son muchas (incluso una en donde se cuenta que lucho junto al cacique Pantoja, otro personaje sumamente conocido e importante en la historia y cultura de Amazonas), nos dejan siempre una enseñanza, basada más que todo en la autovaloración y el apoyo desinteresado hacia las demás personas; tal vez sea por esto que hasta el día de hoy es un personaje tan recordado, respetado y valorado; como bien nos lo comenta un poco el profesor César Reyes Valle en la presentación del libro “Amazonas. Relatos de mi pueblo”, que a propósito es digno de recalcar por su gran importancia ya que rescata y difunde los hechos, tradiciones, costumbres y la cultura en general de nuestro amado pueblo. Fue escrito por Carlos A. Huamán Herrera, quien gracias a este libro, como dijo la editora Olga Bobadilla Terán, se convirtió en una de las figuras más representativas de la literatura regional y a mi parecer también de la peruana. 

Publicado y difundido en el año 2004, en este libro están plasmadas algunas de las historias más representativas de cada una de las siete provincias que conforman la diversa región de Amazonas, siendo una de estas de la que ahora hablamos Juan Osito, volviendo al tema acerca de este mítico personaje las palabras que indujo el escritor César Reyes en este libro fueron, y las citó: “Forzado a realizar varias pruebas para demostrar su inteligencia y fortaleza, Juan Osito demostró que, a pesar de su apariencia humana-osezna, eran tan igual, o quizás mejor aún que los que dudaban de sus dotes de semejante a los demás. Esta tradición es, por cierto, una fecunda enseñanza que nos muestra que, pese a todo y, si fuese posible, contra todos, uno debe defender su propia identidad y sus propias cualidades, sin arrendarse ante el qué dirán.” Y como el autor Carlos A. Huamán Herrera escribió en su adaptación: “… Se ha convertido en el prototipo del hombre valiente, emprendedor, el invencible hombre de las jalquerías”. 

Es así queridos lectores que este épico, enigmático y peculiar personaje supo ganarse el cariño y admiración “de aquel que su historia conociera”; inclusive en la Jalca Grande, el “rancio pueblo” (calificativo que le da el autor) en donde nació esta leyenda, lo primero que se aprecia al llegar es su templo, y frente a este el campanario instituido sobre una torre de pura piedra, y en una de esas rocas tenaces se encuentra  la figura de un pequeño oso, en alto prestigio; así que sin más preámbulos con ustedes estimados amigos Juan Osito.
  


                                                                                               

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